Picnic Restaurant

Picnic Restaurant en Barcelona

El Picnic Restaurnat es un pequeño restaurante gourmet muy conocido por sus Brunchs y su estilo de comida americana e internacional. Está situado justo en el comienzo de la calle Comercio, en el barrio del Born, su pequeña pero concurrida terraza da la bienvenida al entrar.

Música jazz americana ameniza a todos los comensales del restaurante, en su mayoría ingleses, americanos y alemanes. Era el único catalán en el restaurante, incluso el camarero era latinoamericano. Hacía tiempo que no iba a un restaurante a comer solo, pero como tenía que realizar unas compras y sabía que el Picnic Restaurant estaba cerca decidí visitarles para comer algo. Había oído maravillas del sitio y siempre había querido pasarme a degustar sus platos americanos.

Leí que era un restaurante familiar llevado por un chileno y su esposa de California que se encargaba de dar un toque familiar a sus platos.

Una cosa positiva del restaurante es la cantidad de luz natural, las grandes cristaleras permitían disfrutar del interior del restaurante sin necesidad de luz artificial, apenas unas pequeñas lamparillas iluminaban el interior a pesar de que no hiciera falta.

Al lavabo se accedía a través de una puerta corredera, aprovechando lo mejor posible el espacio reducido del Picnic Restaurant. Era todo tan pequeño que en poco tiempo hubo problemas de espacio entre clientes que entraban y camarero nervioso de coger los manteles y cubiertos sobrantes para colocarlos en las pequeñas mesas libres.

Rápidamente un chef con un pañuelo en la cabeza como si fuera un cocinero japonés, entro en la cocina abierta que se podía ver detrás de la barra. Él tampoco parecía catalán, tenía el pelo rizado y era moreno de piel, tal vez brasileño, tenía muy buen castellano sin acento, sin duda era un restaurante muy cosmopolita. El cocinero del Picnic Restaurant se disponía a comenzar a preparar la comida que todos los comensales que esperaban ansiosos pedir, una segunda persona, un ayudante de cocina, apareció para ayudarle en la elaboración de los platos.

No me creo que tantas personas estén esperando a ser atendidas para comer sin motivo alguno. El Picinic Restaurant tiene encanto, buenos platos y buen ambiente cosmopolita.

El camarero me entregó la carta, un menú del día por 12 euros, recordando que el viernes servían Brunch. Entre los primeros uno podía escoger Gazpacho o Tomates Verdes Fritos. De segundo uno tenía seis opciones para escoger. Así mismo el menú incluye postre y cerveza. En la imagen de abajo podéis ver los diferentes platos de los principales disponibles para no tener que escribirlos uno a uno.

Así mismo el entrante de Tomates Verdes Fritos estaban en la carta traducido al inglés de una manera mucho más descriptiva: Fried Green Tomatoes with Feta cheese. Deberían traducir también en castellano el resto del plato, ya que estoy seguro que mucha gente al leer únicamente Tomates verdes fritos no podría imaginarse que también habría en el plato queso Feta.

Después de meditarlo bien y tener claras mis elecciones. Hice mi pedido sin pocas palabras unos Tomates Verdes Fritos y de segundo una combinación de Huevos Benedict, english Muffin, bacon, espinacas y salsa holandesa. Cual fue mi sorpresa, cuando el cocinero preguntó al camarero que eran los Huevos Benedict, el camarero le dijo que ingredientes llevaba con la carta del menú del día en mano. Me estaba empezando a dar miedo.

Comida en el Picnic Restaurant, cocina americana e internacional

Me trajeron los Tomates Verdes Fritos, un plato con poco contenido como se puede ver en la foto, pese a eso, el sabor del rebozado de los tomates era muy bueno, apenas se notaba el sabor a tomate. El acompañamiento de verdura y queso Feta era correcto y combinaba muy bien. Le faltaba un poco de sal, no había rastro de los saleros, ni siquiera en la barra se podía ver alguno. Una vez terminado el primer plato, puedo decir y reconocer que era un buen entrante para comenzar.

El cocinero tocó el timbre para avisar de que los siguientes platos estaban listos para que el camarero los entregara a mesa. El camarero se dedicaba también a preparar más bebidas para los comensales como mimosas, que parecían tener mucho éxito entre la clientela.

Lo divertido de esas bebidas era que las preparaban y entregaban en tarros de mermelada que habían sido cuidadosamente limpiados y retirado su etiqueta. Sin duda forma parte de la actitud familiar del restaurante, quieren que te sientas como en casa. Por el contrario, yo disfrutaba de mi copa de cerveza Estrella Galicia.

Los cocineros hablaban y discutían sobre el orden de los platos, ahora unos Benedict ahora un Wrap … así que suponía que en breve me tocaría a mi. El camarero llegó y puso orden a las comandas, ahora toca esto, ahora lo otro. Parecía que era el manager del Picnic Restaurant.

Pasado un tiempo me trajeron mi segundo plato, los Huevos Benedict, english Muffin, bacon, espinacas y salsa holandesa. Estaban deliciosos, el beicon estaba perfectamente cocinado, los huevos estaban perfectamente preparados, la salsa holandesa tenía un sabor muy suave y combinaba muy bien con la ensalada y verduras. Una patata asada con salsa por encima terminaba de componer el plato.

Me retiró el plato una mujer con acento argentino que hacía poco que había entrado en el restaurante, no se si sería la dueña, preguntó al cocinero que postres habían para ese día y luego me preguntó que postre quería. Al cabo de unos minutos, me sirvieron unos Panqueques muy buenos con nata y mermelada de fresa. Cuando los probé todavía estaban calientes de haberlos terminado de preparar. Deliciosos.

El cocinero salió a disculparse a un cliente al que su plato de salmón había tardado más de lo habitual, me pareció muy elegante la manera en la que la persona encargada de preparar la comida, saliera de su lugar de trabajo para disculparse por la tardanza, el cliente aceptó sus disculpas y se dispuso a comerse su plato de salmón que tan buena pinta tenía. Más tarde el cliente cuando pagó y ya se iba con su familia, se acercó a la barra para estrecharle la mano al cocinero y darle una propina. El cocinero le pidió disculpas por la demora nuevamente y le deseo un buen día.

Experiencia en el Picnic Restaurant de Barcelona

Los platos estaban muy trabajados por parte de los cocineros pese a las dudas sobre su elaboración. Tiene todo necesario para convertirse en un buen restaurante gourmet solo hace falta encargarse de cuidar los pequeños detalles. La decoración me pareció elegante y simple, sin nada complicado o rocambolesco como pasa con otros restaurantes del Born.

Estuve esperando para pagar la cuenta como otros 10 minutos, el cocinero al verme algo nervioso me preguntó si me faltaba algo al verme desesperado intentando que me hiciera caso el camarero, le contesté que lo tenía todo ya, me preguntó nuevamente que tal la comida, le dije que excelente y se encargó de que el camarero viniera a cobrarme. También se disculpo por el caos de mañana que llevaban y por las molestias que hubieran podido ocasionarme. La imagen de abajo corresponde a cuando ya me marchaba del Picnic Restaurant.

Puntúo esta experiencia Yummy Barcelona con un 7. Los platos eran deliciosos, la comida estaba muy bien preparada, el cocinero muy amable disculpándose por el caos puntual surgido durante la comida, así que en cuanto lo vuelva a visitar, actualizaré mi recomendación sobre el Picnic Barcelona.