Escapada de Fin de Semana a Besalú y Camprodón, descubriendo las comarcas de la Garrotxa y el Ripollès
El pasado puente pude disfrutar de una escapada por las comarcas catalanas de la Garrotxa y el Ripollès. Visitamos las localidades de Besalú, Vall de Vianya, Camprodón, Olot y Ripoll. También disfrutamos de una agradable experiencia en la Cooperativa de La Fageda, famosa por sus yogures y su acción social. Espero que os guste el primer artículo de la escapada centrada en Besalú y Camprodón.
Dónde comer en Besalú y qué ver
Primera parada de mi ruta: Besalú. Una preciosa localidad que no necesita presentación por ser uno de los más importantes conjuntos medievales de Cataluña. Tiene un centro histórico con una arquitectura medieval conservada de manera fantástica lo que permite adentrarse en otra época.
En 1966 fue declarada “Conjunto Histórico-Artístico Nacional” por su gran valor. Hace apenas un mes se rodaba ahí la tercera temporada de la serie Westworld de la cadena americana HBO.
El Puente de Besalú se puede ver desde la carretera y es precioso. Me recordó al que pude ver en Béziers (sur de Francia). El nombre original de este pueblo era Bisuldunum que significa fortaleza entre dos ríos: el río Fluvià y el río Capellades.
Lo ideal es caminar entre sus calles para perderse en ellas y encontrar diferentes fachadas de piedra, iglesias y edificios medievales de todo tipo. Seguramente dejarán sin espacio de almacenamiento a tu cámara de fotos o móvil.
No pierdas la oportunidad de comprar dulces, embutidos o licores típicos de la comarca en alguna de sus múltiples tiendas que encontrarás a lo largo y ancho del pueblo medieval.
Restaurante Castell de Besalú, cocina tradicional catalana
- Nivel Yummy: ***/*****
- Precio: €€
- Dirección: Carrer del Pont Vell, 2 Besalú
- Teléfono: 872 208 040
El restaurante Castell de Besalú no tiene perdida. Está situado justo al inicio del puente viejo de Besalú. Tiene un fantástico jardín y terraza con vistas al puente y a la ciudad medieval.
Ofrece una propuesta de cocina catalana tradicional y mediterránea con diferentes menús para todos los bolsillos. Están especializados en parrilladas de carne pero también opciones vegetarianas y sin gluten.
Por la noche debe ser un lugar romántico y perfecto para ir en pareja. En nuestro caso fuimos para almorzar en familia. Después de tomar el vermut en su jardín fuimos al interior de comedor del restaurante decorado con motivos medievales.
Para comer aprovechamos su menú fin de semana con un precio de 14,00 euros por persona. He de confesar que me pareció un precio increíble teniendo en cuenta que es un lugar turístico y que la calidad del producto fue sensacional.
Carta y Menú del restaurante Castell de Besalú: Precios y Platos
Os dejamos la amplia carta de platos del restaurante Castell de Besalú. Como comentábamos, ofrece dos menús distintos. Uno enfocado en parrillada de carne y el otro un menú con entrante. principal y postre. También disponibles en las imágenes de abajo.
Almuerzo en el Restaurante Castell de Besalú
Para beber pedimos un vino blanco de la casa con el nombre del restaurante.
Canelón de pollo de corral con aroma de trufa con sésamo negro por encima y una salsa densa. El aroma de trufo era muy intenso.
Canelones con boletus del país (no vegetariano) también con sésamo negro y su correspondiente salsa. Lo pidió mi madre y le encantó. Pude probarlo y el sabor a boletus me encantó.
De entre todos los platos, escogí las Habas a la catalana caseras. Recomendadas por la camarera y con un sabor casero que me encantó. Desde luego este plato era justo lo que esperaba cuando entré en el restaurante.
El plato que pedí como principal fue el Cordero a la brasa con guarnición. Acompañado de patatas al Caliu cocinadas al punto perfecto y con un tarrito de alioli. En un sitio con fama por sus parrilladas no pude obviar pedir un plato así. Fijaos que pinta tenían las patatas.
Un plato que pidió la mayoría de mis acompañantes, Secreto magro de cerdo a la brasa. Ración generosa acompañada también de patatas al Caliu. También podían ser patatas fritas o ensalada.
Sirven con el menú una degustación de postres compuesto por tarta de queso, crema catalana y licor de crema de arroz. Muy original. La mayoría de mis acompañantes lo pidió para finalizar el almuerzo. En mi caso un “mel i mató”.
Mas Puigdevall, una masía con mucha historia
Para alojarnos durante nuestra escapada escogimos una Masía Rural llamada Mas Puigdevall. Está situada en la Vall de Vianya. A lo largo de la historia, la palabra Vianya se ha escrito o bien con V o con B (Bianya). En castellano sería Vianya y en catalán Bianya.
Esta casa rural data del año 1630 y está rodeada de montañas y bonitos paisajes. Incluso con una pequeña venta en la carretera de quesos locales. La familia Puigdevall, campesinos de toda la vida, han reformado la casa para hacerla más confortable sin dejar el toque rústico de sus paredes, techos de madera o entorno.
En el jardín es fácil encontrarse con diferentes utensilios antiguos para cultivar el campo o elaborar aceite de oliva. Un lugar perfecto para olvidarse de la ciudad y centrarse en disfrutar de la comarca.
El último día realizamos una barbacoa en una de sus dos barbacoas disponibles en el exterior. Tenían una zona chill out perfecta para disfrutar del buen tiempo. Si no fuera por los puñeteros gatos que pedían comida insistentemente les daría un 10 sobre 10.
Visita rápida a Camprodón
Con el estomago lleno después de la visita a Besalú y con las maletas desechas en Mas Puigdevall, pusimos rumbo al bonito y montañés pueblo de Camprodón. Esta situado a 20 minutos en coche desde la casa rural mencionada.
El puente de piedra sobre el río Ter es una de las estampas más famosas de la localidad. Repleta de tiendas para turistas, gastronomía y ropa deportiva. La villa tiene su origen en el monasterio de San Pedro (Sant Pere) y en el mercado concedido por Ramón Berenguer III en 1118.
Esta localidad es también muy famosa no solo por sus bellos paisajes sino también por las deliciosas Galletas Birba. Unas galletas elaboradas de forma artesanal desde 1893, con ingredientes siempre naturales y de alta calidad. El famoso compositor Isaac Albéniz nació en Camprodón en 1860 y es una de sus figuras más célebres.
Centrándonos en la gastronomía, la villa de Camprodón destaca por sus especialidades en embutidos de cerdo, tales como bull, longaniza, jamón, etc. Sin olvidar el queso elaborado con leche de las vacas de la comarca de alta calidad. No pierdas la oportunidad de comprar en cualquiera de sus tiendas gourmet.
> Lee el segundo artículo de nuestra Escapada.
Espero que hayas disfrutado de mi experiencia compartida y te de ideas para planificar tu próxima escapada.
Sumario del Artículo Gastronómico
Bull = morcón ??
Eso he leído en una guía del pueblo ^_^U