Tres horas intensas en Nîmes y almuerzo en La Pie Qui Couette, Les Halles
- Nivel Yummy: **** / *****
- Precio: €€
- Cómo Llegar: Andando desde la estación de tren.
- Teléfono: +33 4 66 23 59 04
Mi aventura comienza en Aviñón, donde había ido a pasar un fin de semana gastronómico. A primera hora cogí un tren del TGV con destino a la estación Marsella Saint-Charles. Apenas estaría 15 minutos de transbordo en la ciudad para, posteriormente, coger un tren de cercanías con destino a la ciudad de Nîmes.
El trayecto de cercanías Marsella-Nîmes es precioso. Si te toca ventana, como fue nuestro caso, puedes disfrutar de unas vistas magníficas de la costa francesa y del Parc Naturel Régional de Camargue. Nos hicimos amigos de una rusa y un zaragozano que también viajaban con destino a España, nos acompañarán durante nuestras tres horas en Nîmes.
Lo dicho, comparto con vosotros este pequeño “Déjà vu”. Ya había estado en Nîmes disfrutando de una jornada turística e histórica sensacional en 2018. Apenas estaría tres horas en esta segunda visita, lo suficiente para darme una vuelta, visitar los monumentos más importantes y almorzar en uno de mis sitios favoritos. Serán paradas rápidas y muy accesibles que os recomendamos si os encontráis en la misma situación.
La primera de ellas fue la Fontaine Pradier. Esta preciosa fuente fue inaugurada en 1851 y representa de manera alegórica a la ciudad de Nîmes a través de una joven que lleva una corona con los dos monumentos más emblemáticos de la ciudad: el anfiteatro romano (actual plaza de toros) y la Maison Carrée. La encontrarás fácilmente desde la estación del TGV, como punto de partida, hasta atravesar todo el paseo de la Avenue Freuchères.
Cerca de la primera parada se encuentra el imponente Amphithéâtre de Nîmes. Si no lo había mencionado todavía, Nîmes es Roma y Roma es Nîmes. Este antiguo circo romano y actual Arenas de Nîmes, fue construido a finales del siglo I d.C. Es uno de los más grandes y mejor conservados de la época romana. Ha tenido distintos usos, desde combates de gladiadores (y animales), ejecuciones, como fortaleza, o incluso como zona residencial.
Actualmente se usa para distintos espectáculos taurinos, corridas de toros, conciertos y festivales y recreaciones de la época romana. En su interior hay un museo taurino y otro sobre gladiadores. Durante mi primera visita a Nîmes tuve ocasión de visitarlo, en esta segunda ocasión únicamente lo admiré desde el exterior por falta de tiempo.
Tercera parada, otra obra romana a descubrir: La Maison Carré (o “Casa Cuadrada”). Este edificio constituye uno de los pocos templos dinásticos del mundo romano. Construido en honor a los nietos adoptivos del Emperador Augusto, Cayo y Lucio César. Está adornado por capiteles corintios y rodeados de un pórtico del que aún quedan restos. Se puede visitar el interior del edificio.
Tenía claro que iba a almorzar en el mercado central de Les Halles de Nîmes, nuestra cuarta parada. El lugar perfecto para conocer los productos locales, la cocina típica de la ciudad, descansar un rato y probar los vinos de la región.
En la imagen de abajo podéis ver la entrada al mercado con el símbolo de la ciudad, un cocodrilo encadenado a una palmera. Representa la victoria de César Augusto sobre Marco Antonio y Cleopatra, el Egipto sometido de la que se hicieron monedas durante la época para conmemorar la Victoria. Han sido rediseñados por Philippe Starck en 1986 y puedes verlo repartido por toda la ciudad. En mi anterior artículo hice un desglose o lista de que platos típicos de Nîmes se pueden probar en el mercado y ciudad. Os lo recomiendo.
La Pie Qui Couette en Les Halles de Nîmes
Como si se tratase del Mercado de La Boquería de Barcelona, ofrece unos puestos gastronómicos y bares de tapas donde comer impresionantes propuestas. De entre todas las opciones escogí el restaurante La Pie Qui Couette, recomendado por la Guía Michelin. Ya tuve ocasión de comer en este sitio durante mi primera visita a Nîmes en 2018. Durante nuestra visita coincidió con una festividad británica, todo el mercado estaba decorado con banderas del Reino Unido y un gaitero escocés daba vueltas tocando la gaita.
No voy a mentiros, mis acompañantes querían almorzar ostras a toda costa y les daba igual solo almorzar este molusco. Por suerte, la carta de La Pie Qui Couette ofrece ostras de la bahía de Saint-Brieuc entre sus opciones. En mi anterior visita, creo que en 2018, todavía no figuraba como recomendación en la Guía Michelin, me alegra que el buen trabajo les haya dado ese reconocimiento. Productos de mercado, de temporada y con propuestas muy enfocadas en el sabor auténtico de cada ingrediente, intentando dañarlo lo mínimo posible.
“Este bar de tapas regentado por un experimentado chef sabrá deleitarle con la mayor sencillez. Su cocina de mercado, elaborada con los productos de los puestos vecinos, incluye una larga lista de especialidades: carnes maduradas, brandada de bacalao, tartar de buey a cuchillo, tataki de buey, isla flotante… Las porciones son generosas y la selección de vinos acertada. No admite reservas. Todo un flechazo” Guía Michelin.
Almuerzo en La Pie Qui Couette
Comenzamos con nuestras deseadas Huitres “Perles plauches” Utah nº3 acompañadas de una rodaja de limón, salsa picante y mantequilla. Seis unidades, las pedí para compartir con mi acompañante. Para beber pedimos una copa de vino blanco de la región.
Huevo “parfait”, verduras orgánicas y trufa fresca (Oeuf parfait, légumes bio et truffe fraîche). El “Oeuf parfait” indica cocción a baja temperatura para obtener una textura sensacional.
Hamburguesa de ternera de la raza Salers, corazón coulant (es decir, poco hecho), queso Tomme noire de los Pirineos y fruta fresca (Burger de Salers, coeur coulant, Tomme noire des Pyrenees, fruites fraîches). El Salers es una raza de ganado que se originó en Cantal, situado en el Macizo Central de Francia. Llevaba una salsa de tomate casera hecha con tomates orgánicos que era sublime. Para acompañar la hamburguesa unas deliciosas patatas fritas o pommes de terre de Noirmoutier. No sé qué tendrán las patatas fritas francesas que me chiflan. En mi anterior visita a este bar de tapas, probé también otra hamburguesa pero con una salsa de nectarina.
Experiencia en La Pie Qui Couette y la corta visita a Nîmes
En apenas tres horas, entre tren y tren, tuve una jornada muy intensa de historia y gastronomía que os recomiendo. Si tenéis que hacer trasbordo entre líneas del Renfe-TGV o cercanías, Nîmes será una buena anfitriona para hacer la espera más amena. Por supuesto que os recomiendo pasar más rato y descubrir mucho más. Os recomiendo visitar nuestro primer artículo, muy completo y repleto de información y curiosidades, para planificar vuestra próxima visita a la ciudad. Por mi parte, merci beaucoup Nîmes, à bientôt!
Sumario del Artículo Gastronómico
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