Viaje a Boston, Cena en Little Italy & Visita Turística a Salem

Viaje de trabajo a Boston, cena en el restaurante Strega de Little Italy y visita al pueblo embrujado de Salem

No iba a escribir este artículo pero al final me lancé a ello. A principios de Septiembre estuve varios días, por trabajo, en la ciudad de Boston (Massachusetts). Es una ciudad que ya había visitado en otras ocasiones y que he podido compartir con vosotros a través de los artículos de Union Oyster House y The Salty Dog.

Boston es una ciudad muy europea y abierta. Mi favorita de los Estados Unidos sin lugar a dudas. Cuando viajas a Boston con motivo de una convención no tienes mucho tiempo para hacer turismo pero si el justo y necesario para conocer unas pinceladas de esta hermosa ciudad.

Viajé con la compañía aérea LEVEL, ofrece una buena relación calidad precio. Nos ofrecieron una comida aceptable durante el viaje, Osobuco en salsa con patatas y judías pintas; Ensalada de lentejas con verduras, ración de pan y mini tiramisú.

Al llegar al Airbnb nos dimos cuenta de que estábamos en el barrio latino así que nos sentimos casi como en casa. Por ejemplo, en el supermercado, pudimos comprar preguntando en castellano sin problemas. Además de preguntar también, en nuestro idioma, por la calle, dónde comer y qué lugares visitar.

Nuestra convención se celebraba en el gigantesco Boston Convention & Exhibition Center. Unas 20 mil personas de todo el mundo asisten al evento sobre marketing al que cada año asisto. De hecho, hace dos años asistió Michelle Obama dando una conferencia que nos dejó a todos atónitos.

Este año mi convención comenzó con la keynote o conferencia de Elizabeth Gilbert, autora del bestseller “Come, reza, ama” que lleva vendidos 13 millones de ejemplares. Nos dio una charla inspiradora sobre su propia vida y de cómo enfrentarse a las adversidades, demostrar resiliencia y nunca rendirse, en un anfiteatro con miles de personas expectantes.

Food Trucks para comer durante mi viaje a Boston

La convención cuenta con una gran explanada de Food Trucks para almorzar con tapas, pizzas, tacos y diferentes platos asiáticos para todos los gustos. Según la entrada que tuvieras venía incluido el almuerzo.

Es una zona muy buena para hacer networking, pude entablar conversaciones con gente de Minnesota, Tailandia, Berlín… pero he de comentar que los asistentes latinoamericanos parecían algo tímidos.

En mi almuerzo escogí el Pollo Teriyaki con pan de pita, arroz basmati al curry y ensalada. Además podía escoger entre diferentes tipos de salsas.

Después de asistir a las diferentes conferencias, visité las oficinas centrales de una empresa con la que colaboro como partner. Era una antigua fábrica de sofás que, a día de hoy, aloja unas modernas oficinas premiadas muchas veces como el mejor lugar en el que trabajar en Boston, mejor sitio donde trabajar para menores de 30 años, mejor sitio donde trabajar para una mujer, etc.

Ya tuve ocasión de visitar su sede Europea en Dublín, pero la de Boston era simplemente enorme, con diferentes edificios repartidos por el barrio. Hicimos una merienda mexicana con tacos después de una charla en la que varios profesores que pertenecemos a la red educacional de esta empresa, exponíamos nuestras percepciones sobre la enseñanza y hacíamos algo de networking.

Cena en el restaurante Strega de Little Italy en Boston North End

• Nivel Yummy: *** / *****
• Precio: €€€
• Dirección: 379 Hanover St, Boston
• Cómo Llegar: UBER
• Teléfono: +1 617-523-8481

Durante la noche nos escapamos al barrio italiano de Boston en North End, también llamado Little Italy. De entre una infinidad de restaurantes italoamericanos para todos los bolsillos escogimos el restaurante Strega en el número 379 de Hanover Street.

Pedimos varios entrantes para compartir tales como una gigantesca Meatball o Albóndiga de carne acompañada de queso ricotta; un plato de Burrata con rodajas de tomate y prosciutto; Gamberoni in Padella o Gambas a la plancha y, por último, Fritto di Calamari o Calamares rebozados con una salsa de tomate casera para mojar.

 

Los principales también los compartimos, Linguine alle Vongole veraci, Almejas de la Bahía de Boston y salsa de Cigalas. Estaba muy bueno pero quizá algo picante.

Para beber pedimos un Chianti Fonterutoli 2016 de la bodega Mazzei. Ese vino complicaría el precio de la cena. Como comentaba, toda la cena nos costó unos 700$ con propina incluida. Cocina italoamericana muy diferente a la Italia natal, obviamente. Si pasas por Boston, te lo recomiendo. Pese a pedir poca comida el ticket salió a unos 70-80$ por persona, el vino encarece cualquier almuerzo o cena.

Evítalo si puedes o pide cerveza. Como curiosidad comentaros de que me tiraron un plato de aceite para mojar el pan. Toda mi camisa, que estrenaba aquél día, fue empapada con aceite. El dueño tuvo el “detalle” de darme 25$ para la tintorería.

Visita rápida al pueblo de Salem, Massachusetts

Al día siguiente comimos lo mismo que el día anterior en los Food Trucks. Cuando llegó la tarde contratamos un Uber para visitar el mágico pueblo de Salem. Conocido por su historia de brujería y quema de brujas.

El cementerio de Salem es, sin duda, una de las principales atracciones con lápidas que datan del siglo XVII y XVIII. La gente hacía fotos como si fuera un museo o parque de atracciones.

Todo el pueblo gira entorno a las brujas con diferentes museos que son gratuitos (y que luego resultan ser tiendas de recuerdos vestidas de falsos museos). Nos sentamos a tomar un café, pero café-café, no la sopa negra y oscura que suelen servir, en la cafetería JAHO. Que bien nos sentó. Íbamos ciegos de cafeína cada día entre el jet-lag y los madrugones.

El museo que si vale la pena visitar es el Salem Witch Museum, que tiene la apariencia de una iglesia y desde la que se puede ver, enfrente, una estatua increíble de Roger Conant, un colono que se estableció el pueblo de Salem, entre otras.

No hay que olvidar que esta localidad tuvieron lugar los Juicios de Salem, una serie de audiencias locales, posteriormente seguidas por procesos judiciales formales, llevados a cabo por las autoridades con el objetivo de procesar y después, en caso de culpabilidad, castigar delitos de brujería en la entonces colonia inglesa de Massachusetts entre enero de 1692 y mayo de 1693.

Las primeras víctimas de brujería tenían tan solo 9 y 11 años y sus nombres eran Betty Parris y Abigail Williams. Estas dos primas comenzaron a comportarse de manera muy extraña, lanzando objetos de la casa de manera espontánea y escondiéndose detrás de los muebles. Ladraban como perros y contorsionaban partes de sus cuerpos con movimientos casi inhumanos y propios de personas poseídas. Halloween tiene que ser una auténtica gozada en este pueblo que te pone los pelos de punta.

No pierdas la oportunidad de hacerte una divertida foto torturado o con tu cara en el cuerpo de una temible bruja.

Última noche en Boston y cena en el Quincy Market

Volvimos al centro de Boston para hacer algunas compras. Boston es mucho más barata que New York y uno no puede dejar de comprar alguna sudadera de las múltiples universidades del estado de Massachusetts como Harvard, Boston University, el MIT, etc.

Recordaros que ya en 2017 tuve ocasión de visitar Harvard University y a través de mi artículo sobre el The Salty Dog ya compartí mi experiencia. Un lugar muy interesante para visitar, pasar la tarde y pasear por los jardines de la célebre Universidad situada en la localidad de Cambridge.

Para cenar y terminar el día no pudo faltar el Quincy Market que tanto he visitado en mis anteriores viajes a Boston.

Un espacio de restauración con opciones para todos los gustos. Desde comida china y opciones italianas hasta platos típicos de Boston como el Lobster Roll o la sopa de almejas, etc.

Esta vez, en mi caso, un Pincho de pollo envuelto en bacon y patatas asadas. Tenía una pinta deliciosa (estaba buenísimo). Esta sería nuestra última noche antes de madrugar para coger el vuelo a New York del día siguiente. Nuevas aventuras nos estaban esperando, pronto las podréis leer en el blog.