La semana pasada, aprovechando el puente de la Mercè de Barcelona, estuve unos días en Londres con la familia. Éste será el primero de una serie de artículos que publicaré en el blog para relatar mi experiencia desde el punto de vista gastronómico y turístico. Aunque nuestro blog está centrado más en Restaurantes o sitios para tapear en Barcelona, siempre recomendamos propuestas gastronómicas de ciudades cercanas a Barcelona en avión. Si estás pensnado en visitar Londres te recomiendo leerlo. Vamos allá.
Primer día gastronómico en Londres: Westminster y China Town.
Primer día. El jueves aterrizamos en Londres, día perfecto con sol radiante y nada de frío, nos dirigimos al hotel situado en el barrio de Westminster, estación de metro Victoria Station. Una zona muy tranquila y acomodada de Londres con varios hoteles y hostales, el mío se llamaba Stanley House Hotel y está situado en la calle Belgrave Road. Moqueta en el suelo, enchufes británicos, baño diminuto, pero todo muy acogedor.
Una de las curiosidades del Hotel en el que me hospedé era la maquina de bebidas y sopas de la entrada. Reconozco que era la primera vez que veía una de este tipo, así que no dudé en probar una Sopa Instantánea Knorr para ver a que sabía o como era y aunque sabía a rayos, seguro que durante el invierno de Londres la sopa sentaría genial. Costaba 50 peniques, unos 70 céntimos de euro.
El barrio estaba francamente bien, tenía la típica elegancia británica y se notaba que era una área cara para vivir (aunque eso le pasa a Londres en general). Había pocos supermercados y tiendas, pero algunos Pubs muy interesantes. En la imagen de abajo os dejo algunas fotos del área donde se encontraba mi hotel.
Dos de los Pubs del barrio, y que no tuve tiempo de visitar :(, se llamaban The Marquis Pub & Restaurante (en la calle Belgrave Road) que estaba a rebentar el sábado por la noche, y el Prince of Wales (en la calle Wilton Road) que ofrecía comida típica, diferentes cervezas y con entrada permitida con niños (aunque no me imagino a una camarera diciendo a una madre con su hijo de 5 años “aquí no puedes entrar”).
Lo primero que hace uno en Londres es conocer la zona cercana a su Hotel, en mi caso esa área estaba repleta de obras. Nuevos rascacielos rodean el barrio y siguen creciendo en número como una plaga. Pocos son los míticos edificios tradicionales que intentan sobrevivir ante la modernidad de Londres y su necesidad de oficinas. En la imagen de abajo podéis ver un claro ejemplo de lo que os comento.
Visitamos lo más cercano e importante que teníamos a tiro de piedra, el palacio de Buckingham Palace y el precioso parque que le rodea. Evito poner imágenes del palacio (salieron algo mal por la puesta de sol) y me centro en el grandioso parque verde. Era impresionante, el cielo brillaba bastante a pesar de las nubes.
Continuamos en nuestra visita y nos dirigimos directamente a la Abadía de Westminster, fuimos los últimos en poder entrar en ella cerca de las 20.00h de la noche. Por lo visto celebraban una misa de la que, sin saberlo, hacíamos cola para entrar. Nos quedamos algo cortados cuando nos sentaron en los bancos de la iglesia y se disponían a comenzar el servicio, nos levantamos sin hacer ruido y nos fuimos. La misa duraba alrededor de hora y media. En las imágenes de abajo podéis ver el Big Ben, el Parlamento y la Abadía de Westminster. Durante el día nos diluvió durante 5 minutos, compramos paraguas y de manera repentina la lluvia paró y no volvió a caer agua en todo mi viaje. Es decir, paraguas nuevo londinense para el otoño en Barcelona.
Cruzamos el puente y nos encontramos una imagen increíble con el London Eye, el río Támesis y el cielo, todo fusionado. Todavía recuerdo cuando en noviembre de 2016 visité Londres y crucé por ese mismo puente con un amigo americano escritor, rumbo al estreno de la película basada en uno de sus libros. Nostalgia en estado puro.
Para reponer fuerzas hicimos una parada en Trafalgar Square. Haciendo esquina con la plaza se encuentra una de las librería Waterstones de Londres (el 16 de Julio de 2015 estuve haciendo cola en la librería más grande de dicha cadena, para comprar el sexto libro de Harry Potter, fue toda una experiencia londinense). La librería cuenta con una cafetería en la parte superior de la cadena Costa Coffe. Tomamos unos cafés que seguramente no supe pedir bien a la camarera debido a que nos trajo varios vasos gigantes con leche y algo de café con sabor a canela, vainilla y cacao.
China Town, gastronomía asiática en Londres
Caminando y caminando, llegamos a Piccadilly Circus. Nuestra meta era cruzar la plaza repleta de gente y llegar a China Town que estaba cerca de la misma. Recuerdo que en uno de mis viajes, sería 2009, estuvimos comiendo en el Burger King que hay debajo del edificio de los anuncios luminosos. La hamburguesa era horrible y las patatas parecían de plástico.
Entonces llegó lo bueno, mis ojos se abrieron como platos y disfrute como un niño: China Town. Espectacular, no hay otro adjetivo que lo pueda describir mejor, aunque añadiría también: masificado, caótico y oloroso. Todo el barrio estaba repleto de restaurantes asiáticos: chinos, japoneses, vietnamitas, coreanos… para todos los gustos y para todos los colores de piel. También habían tiendas de productos asiáticos, muchas herbolisterías, centros de masajes, etc.
Estaba todo decorado con farolillos y, desde luego, han sabido sacarle provecho al turismo de la ciudad. Todo enfocado al turista con precios muy asequibles y competitivos: a partir de 7,95 libras un Buffet Libre y desde ese precio hasta donde quieras pagar. Hay restaurantes para todos los bolsillos.
¿Y que hace una familia de Barcelona en China Town? Pues encontrar en medio de toda asía un oasis para cenar: un restaurante italiano. No valió mi insistencia de “¿Estamos locos? ¿Cómo que no vamos a probar algo nuevo?“, mis padres no se sintieron atraídos por la oferta asiática, ni por los mostradores de pato laqueado. Finalmente terminamos en algo más normal para su gusto, un restaurante italiano Pizza Express en el número 29 de Wardour St. Es una cadena británica que tiene varios locales repartidos por toda la ciudad de Londres.
Pese a que las cadenas de restaurantes italianos no me hacen mucha gracia, el restaurante tenía un gran horno de leña para pizzas, estaba lleno de gente y ofrecía un interesante menú de entrantes para compartir, principal y bebida por 11,95 libras.
Los entrantes fueron unos Dough Balls o Pequeños Panecillos de Ajo con una tacita de mantequilla para untar, Dough Balls Formaggi unos Panes con un aliño de ajo en la mozzarella y una pequeña Ensalada con salsa cesar (uno de nosotros era celíaco).
Una vez terminados los entrantes, la ensalada llegó casi al terminar los Dough Balls, nos trajeron las pizzas que habíamos pedido. Masa hecha por ellos y cocinada al horno de leña en el mismo restaurante Pizza Express de China Town.
La Primera de ellas, La Reine, Prosciutto cotto ham (Jamón Horneado), olivas, champiñones, mozzarella y tomate. La típicia pizza clásica romana de toda la vida.
La segunda fue la Pollo ad Astra. Pollo, mozzarella light, pimientos rojos dulces, tomate, especias cajun, aceite con ajo y cebolla roja. Fue la que me pedí yo, estaba deliciosa con un ligero toque picante. Tienen una versión Leggera o Light de esta pizza. Desde luego acerté con mi plato.
Otra de ellas, la Fiorentina. Espinacas, huevo, mozzarella, tomate, aceite aliñado con ajo, aceitunas negras y para terminar queso Gran Milano. Si evitas la carne está podría ser una buena opción.
Y por último la Leggera Pollo ad Astra. La versión light de la Pollo ad Astra que os he presentado antes y que lleva los mismos ingredientes: Pollo, mozzarella light, pimientos rojos dulces, tomate, especias cajun, aceite con ajo y cebolla roja pero además ensalada fresca con masa fina y salsa light para aliñarla. Tiene menos de 500 calorías, eso dicen. Picaba muchísimo y eso que era el mismo tipo de pizza que había pedido yo, no obstante en este caso se pasaron con las especias.
Próximo Artículo: Más Londres y Mexicano para Comer.
Terminada la cena volvimos al hotel caminando. De vuelta me encontré con el restaurante italiano Victoria del famoso chef británico Jamie Oliver (galardonado con un miembro de la Orden del Imperio Británico). Siento la calidad de la imagen pero os puedo asegurar que estaba a rebentar de comensales. Tiene varios espacios gastronómicos y restaurantes en Londres que os iré adelantando en los próximos artículos de mi visita gastronómica a Londres.
La verdad que se echa de menos el buen tapeo en Barcelona. Todavía quedan tres días por delante para visitar y comer. Ésto último fue sin duda lo que más me gustó del viaje. Finalizado el primer artículo de mi viaje a Londres, comentaros que en el segundo habrá uno de los mejores mexicanos de Londres y una visita a un auténcito Pub inglés para degustar alguan que otra cerveza.
Yummy Barcelona es un Blog Gastronómico de Barcelona, restaurantes y sitios para ir de tapas en Barcelona y alrededores. En este primer artículo os acercamos un poquito la gastronomía de Londres.
Sumario del Artículo Gastronómico
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