Día 4 – Catalunya Experience: Visita a la finca a lo Jurassic Park y “cavas” de Gramona (Sant Sadurní d’Anoia) con picoteo incluido y almuerzo en el Jardín Restaurante El Celleret de Bodegas Torres (Pacs del Penedès)
RESUMEN: Cuarto y último artículo de nuestra Ruta de Catalunya Experience. En nuestra despedida fuimos a visitar las Bodegas Gramona (Sant Sadurní d’Anoia). En ella pudimos hacer un recorrido por su finca, conocer las “cavas”, la importancia de la biodinámica para elaborar sus vinos, una degustación de embutidos y espumosos Gramona. Finalizada la visita pusimos rumbo al Jardín Restaurante El Celleret de Bodegas Torres en Pacs del Penedès, un maridaje fantástico con una propuesta gastronómica catalana sensacional.
Continuamos nuestro viaje de Catalunya Experience donde lo dejamos, no te pierdas nuestro anterior artículo. Nos despertamos en el Hotel Double Tree by Hilton Barcelona Golf. El cielo era precioso y desde la cafetería donde desayunamos había una panorámica increíble de la montaña de Montserrat. Las risas matutinas al recordar nuestra cena anterior se mezclaban con la exitación por disfrutar de nuestro último día y despedida ¡Qué rápido pasa el tiempo!
Visita a Gramona: ruta por su finca (ríete tú de Jurassic Park), las “Cavas”, su historia, la biodinámica y cata de sus vinos espumosos
- Dirección: C/ Industria, 36, 08770 Sant Sadurní d’Anoia, Barcelona
Visitar Gramona es conocer de cerca la tradición de esta familia de viticultores y bodegueros desde 1850. Gramona compartió con nosotros lo que para ellos es el más preciado de los parajes y pasear entre viñedos y botellas para entender lo que el Penedés nos ofrece. También nos explicaron los principios de la agricultura ecológica y biodinámica. Pero antes, un poco de historia sobre la familia y la bodega.
En 1850, el tatarabuelo de la familia Gramona, Josep Batlle, trabajaba como bodeguero y agricultor para la familia propietaria de los viñedos de la Plana, en el valle del río Noia. En tiempos de la filoxera, una plaga que había devastado los viñedos de Francia y de gran parte de Europa, su hijo Pau Batlle trabajó vendiendo vino a compradores franceses que producían espumosos. Estos conocían bien Cataluña, puesto que en aquellos tiempos era primer proveedor de sus corchos. Con el xarel·lo como base aprendió a afinar sus vinos para aquel propósito.
Fue así como en 1881 creó una bodega propia, el Celler Batlle, y pudo comprar los viñedos en los que había visto trabajar a su padre. La siguiente generación, su hija Pilar, contrajo matrimonio con Bartolomé Gramona, hijo del entonces presidente del Gremio de Taberneros de Barcelona y fundador de La Vid Catalana, publicación de la Asociación de Productores de Vino Catalana, y natural de San Sadurní, Josep Gramona. Esto supuso la unión de dos sagas del vino que a principios del siglo XX se iniciaron ya con la marca Gramona en el mundo del espumoso.
En 1945 arrancó con fuerza una nueva era, con Bartomeu y Josep Lluís, la generación del esfuerzo. Visionarios y pioneros en la elaboración de vinos espumosos de larga crianza en el Penedés. El primer Gramona III Lustros se elabora en 1951 para ser pionero: un espumoso concebido con vocación de larga crianza (se comercializa desde 1961). Hasta finales del siglo XX, los dos hermanos dirigieron el rumbo de una pequeña bodega muy apreciada por la calidad de sus vinos.
Hoy la historia de nuestro vino la explica la personalidad de una nueva generación formada por un Gramona -Jaume- enólogo tozudo, trabajador, expeditivo y con carácter de descubridor; y por otro Gramona –Xavier- analista, pensador y soñador, ambos empeñados en la excelencia del espumoso del Penedés. Por encima de ellos, la de un Gramona, padre y tío, – Josep Lluís- eterno espíritu joven, pero ya experimentado y cauto, que ha sabido transmitir a los anteriores los valores del seny tan propios del emprendedor catalán de siempre. Hoy interpretan y transforman la riqueza de la herencia recibida de las generaciones anteriores.
La Biodinámica en la Bodega Gramona, la gran sorpresa de la visita
A finales del siglo XX, la instauración generalizada del monocultivo, el uso abusivo de productos y la consecuente degeneración de la tierra hicieron imprescindible la búsqueda de alternativas. Un replanteamiento de valores y del orden de las cosas que exigía hacer cambios trascendentales y permanentes con el fin de no perder el más grande de los legados: la tierra. Fue así como la Biodinámica fue fundada en el año 1924 por Rudolf Steiner para responder a las preocupaciones de los agricultores que habían visto sus tierras amenazadas. La biodinámica es un método de cultivo que va más allá de simplemente prohibir el uso de productos químicos y sintéticos, como es el caso de la ecología.
La agricultura biodinámica favorece la vivificación de la viña, buscando elevar los niveles de biodiversidad: se mantienen las cubiertas vegetales espontáneas para conseguir suelos esponjosos, se aplican infusiones y decocciones de plantas para evitar plagas, y se elabora un compost animal y vegetal que sirve de alimento para la tierra y las plantas. Este trabajo tiene una influencia directa sobre la calidad del racimo, haciéndola más expresiva, concentrada y compleja, lo que se transmite en los futuros vinos que reflejarán su origen irrepetible.
La Bodega Gramona elabora el compost animal y vegetal de su propia granja, pilar fundamental de la agricultura biodinámica. La granja está ubicada en un entorno único, rodeada de viña, y donde conviven diferentes animales. Entre otros, tienen ovejas, gallinas y caballos que, además de aportarnos el compost con el que hacemos los preparados biodinámicos, contribuyen a generar mayor actividad microbiana al terreno.
Cuidan de sus viñedos con infusiones preventivas de plantas medicinales de su huerto de ortigas, diente de león, milenrama, cola de caballo, valeriana… Estas decocciones activan principios contra posibles plagas, hongos o enfermedades.
En el año 2014 la Bodega Gramona obtuvo el sello Demeter, que certifica la agricultura y vinificación biodinámicas de cada vino. Unos años más tarde, en el 2018, obtuvieron el sello Biodyvin por parte del Sindicato Internacional de Viñadores en Cultura Biodinámica, un certificado muy exigente específico para el sector del vino a nivel mundial –a diferencia de Demeter, que es para todo los tipos de cultivos-, y que certifica el trabajo en biodinámica tanto para la viticultura como para la vinificación (bodega). Ambos sellos, Demeter y Biodyvin, son compatibles y complementarios entre ellos.
Fijaros que mesa más bonita y más bien puesta con unas vistas increíbles. Pero no era para nosotros, nuestra visita proseguía y nuestra cata tendrá que esperar.
Cata de vinos espumosos, entre ellos el mejor vino de España 2019 según la Guía Peñin
Después de haber aprendido tanto sobre la historia de la bodega Gramona y su trabajo en la biodinámica, llegó la hora de probar sus elaboraciones. Volvimos con nuestros diferentes coches y nos adentramos en el Jurassic Park de Gramona. Entramos en un salón repleto de mesas listas para hacer diferentes catas para todo tipo de grupos y turistas.
Pero para nosotros tenían un comedor privado con una mesa lista con cuatro copas por persona y diferentes platos de embutidos para acompañar la cata.
Os adelanto que los embutidos estaban geniales, a cada espumoso el personal de Gramona nos explicaba sus características con todo lujo de detalles. Una increíble atención y explicación por parte de ellos. Mis ojos se van directamente al queso azul de la foto y a ese jamoncillo ibérico.
Pero me dejo de embutidos, por supuesto que también los espumosos que pudimos probar era fantásticos. Entre ellos el mejor vino de España 2019 según la Guía Peñin, el vino espumoso Gramona Celler Batlle 2005. Todo un lujo. Al finalizar la visita y la cata, llegó la hora de despedirnos de algunos de nuestros compañeros. Los restantes nos fuimos a comer al último restaurante de Catalunya Experience situado en Pacs del Penedès. Nos subimos al autocar y fuimos directos.
Comida en el Jardín Restaurante “El Celleret” de Torres
- Dirección: Finca el Maset, s/n, 08796 Pacs del Penedès, Barcelona
Llegamos a las instalaciones de la Bodega Familia Torres y lo primero que vimos fue el trenecito de las visitas. Un divertido transporte que pienso utilizar próximamente para realizar una visita como dios manda a sus bodegas.
Unos metros más tarde pudimos llegar a nuestra meta. El binomio vino y gastronomía adquieren una nueva dimensión en el Jardín Restaurante El Celleret, el nuevo espacio gastronómico de la Familia Torres en el Penedés. Un espacio elegante y acogedor donde disfrutar de la mejor cocina local, abierto a un jardín de olivos que se mezcla con el viñedo de Mas La Plana hasta Montserrat en el horizonte.
La gastronomía del Jardín Restaurante El Celleret de Torres gira en torno al vino en busca de las mejores armonías y está pensada para disfrutar en compañía, con una amplia selección de platillos para compartir, platos de la tierra inspirados en recetas tradicionales y propuestas a la brasa, que elaboran los chefs Martín Ponzo, con casi dos décadas de experiencia en los fogones, y Sergi Millet, chef ejecutivo y al frente del Restaurante Masía Mas Rabell de la Familia Torres desde 2004.
Se trata de una cocina de mercado, que aúna tradición y modernas técnicas de elaboración y se basa en productos frescos de proximidad y de temporada para crear una propuesta saludable y sostenible, hecha con delicadeza para realzar las texturas y los aromas. La calidad de la materia prima y la trazabilidad de los ingredientes son el eje vertebrador de la propuesta culinaria, con productos como gallo negro del Penedès; mejillones del Delta del Ebro; pescado de la lonja de Vilanova; atún Balfegó de la Ametlla de Mar o ternera de Girona, entre otros.
La selecta carta de vinos se compone por las más de cincuenta referencias que elabora Familia Torres en distintas denominaciones de origen de España, Chile y California, todas ellas disponibles a copas para disfrutar de la gastronomía, del entorno y de la compañía. Vinos estrechamente vinculados al territorio, que ofrecen al comensal la posibilidad de descubrir la singularidad de cada región y cada terruño en un viaje por quince regiones vitivinícolas de los tres países.
Escribiré un artículo exclusivamente de este restaurante, por ahora os dejo un pequeño adelanto fotográfico.
¡Y eso es todo amigos! Han sido cuatro días increíbles de gastronomía, cultura y vinos por toda Cataluña. Un recorrido que recomiendo a todos vosotros por lo increíble que ha sido. Una experiencia… ¡Super Yummy!
Sumario del Artículo Gastronómico
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