Restaurante L’Olivé

Restaurante L’Olivé, cocina catalana y elegante en el centro de Barcelona

• Nivel Yummy: **** / *****
• Precio: €€
• Dirección: Carrer de Balmes, 47
• Cómo Llegar: L1 L2 Universitat
• Teléfono: 934 52 19 90

Esta semana estuve cenando en el restaurante L’Olivé, todo un clásico de la ciudad de Barcelona. Situado en la céntrica calle Balmes, esquina con Consell de Cents, lleva desde 1984 ofreciendo una propuesta mediterránea y catalana de mar y montaña. Una cocina fresca y contemporánea sin intérpretes que ofrecen con mucha dedicación y sensibilidad.

L’Olivé posee en su interior grandes salones y una decoración muy cuidada, combina toques tradicionales y modernos. Obra del estudio de Lázaro Rosa-Violán. Es un lugar idóneo para cualquier tipo de celebración. En mi agencia lo hemos reservado para algunos almuerzos y cenas de empresa por su gran versatilidad. Yo creo que he pasado miles de veces por delante del restaurante y, por fin, me alegra poder disfrutarlo.

Al entrar y a modo de recepción te encuentras con una pequeña zona lounge. Da la bienvenida con una barra y sofás para acomodarte y disfrutar de los primeros o últimos cócteles y bebidas de la noche.

La cocina es abierta y te acompañará a modo de hall junto a la ebullición de los cocineros trabajando. Podrás ver elaborarse los diferentes platos in situ e incluso el famoso horno Josper cocinando algunos de los platos. Al final llegaremos al gran comedor del restaurante.

Posee dos zonas muy diferenciadas. A la izquierda y bajando las escaleras, una zona con baldosas hexagonales en el suelo, estanterías con botijos e incluso un olivo en el centro del comedor.

A la derecha un área más tradicional, bien iluminada, paredes recubiertas de baldosas con pinturas de campo y naturaleza que, junto con los suelos de madera, le dan un toque rústico al espacio.

Carta y Menú del restaurante L’Olivé: Precios y Platos

A cargo de la propuesta gastronómica está el Chef César Pastor. La carta del restaurante L’Olivé hace foco en la cocina catalana y mediterránea, como comentábamos, veneran el buen producto y su justa manipulación. Ellos mismos afirman que su cocina es transparente, limpia y honesta. Todo son elaboraciones propias, postres incluidos. Disponen también de una amplia variedad de vinos, más de 125 referencias, tanto nacionales como internacionales, desde los Priorats más exclusivos a los Burdeos o Borgoñas más prestigiosos.

Entre sus platos podemos destacar la Tortilla abierta de gamba fresca; Tartar de lubina salvaje con salsa de estragón; Melosa de espaldita de cabrito al horno con su guarnición; Sapito a la donostiarra; Arroz negro con sepia; Zamburiñas al horno; Canelón de Txangurro con Huevas de Salmón; Pularda de Vilafranca asada a fuego lento; “Esqueixada” de bacalao con olivas de “Kalamata”… Y una larga lista de deliciosas opciones.

Cena en el restaurante L’Olivé, Eixample de Barcelona

Nos sentamos a la mesa, mientras esperamos nos sirven un Aperitivo de Bienvenida de Mini Fuet y aceitunas Kalamata. Este tipo de aceituna recibe su nombre por ser procedente de la localidad de Kalamata, situada en el sur del Peloponeso, Grecia. También diferentes tipos de panes.

Para beber pedimos el vino Baluarte Verdejo 2018 de la Bodega Gran Feudo D.O. Rueda. Se trata de un monovarietal de la uva Verdejo, un vino muy aromático y seco. 

Comenzamos con unas Ostras Guillemet Nº3 acompañadas de limón, pimienta y salsa Tabasco. El nombre de las ostras proviene del experto en ostras Thierry Guillemet, más de 20 años dedicado a la importación y venta de ostras. Tenían un ligero sabor a avellana dulce. Me encantan las otras.

Seguimos en el mar, Navajas de las Islas Cíes a la plancha. Seis unidades de uno de los mariscos que más me gustan junto con los percebes. Las Islas Cíes son un archipiélago situado en la provincia de Pontevedra y forman parte de una zona protegida. Estos moluscos se pescan mediante técnicas de buceo en apnea por recolectores submarinos. Ahí se crían estas fantásticas navajas a la plancha que disfrutamos como niños.

Último chapuzón, Canelón de Txangurro con Huevas de Salmón. El canelón consistía en unas láminas de calabacín crudo con un relleno de carne del txangurro y un poco de mayonesa, en la base crema de cebollino, huevos de salmón y tartar de tomate. Un plato muy llamativo que pensaba que sería hecho con aguacate en lugar de calabacín. Txangurro o changurro es la forma en la que se le llama al centollo y al buey de mar en el País Vasco. Ingrediente empleado en diferentes recetas elaboradas a base de su carne desmenuzada.

Mirando al monte, Steak Tartar de Buey cortado a mano. Una pequeña yema de huevo te invitaba a removerlo con la carne con el toque de pimienta deseado. Cuando entramos al restaurante L’Olivé vimos a través de su cocina abierta como un cocinero preparaba a cuchillo este Steak Tartar, al verlo en la carta supe que debía ser mío. El camarero nos preguntó si lo queríamos picante o suave. No me llevo bien con el picante, pobre de mí cuando vaya a Chengdú.

Mar y montaña de Pulpo a la brasa con panceta ibérica y parmentier. ¡Nunca te fíes de nadie a la que no le guste el pulpo!, al menos eso me dijo un gallego en una conocida Casa Gallega del barrio de Santa Eulalia en L’Hospitalet. A simple vista no se ve la panceta ibérica, está oculta y debajo del parmentier y del pulpo. Te espera impaciente cuando crees que ya te has terminado el plato. Pimentón picante espolvoreado por todo el plato de manera generosa.

Último plato caliente, Tataki de Atún Rojo a la brasa con foie pôelé. Un atún rojo sellado a la brasa cortado en tataki y acompañado por encima, a modo de sombrero, de un foie hecho en la sartén o a la “pôelé” (sartén en francés). Todo servido sobre una salsa de jugo de carne. Explosión de sabores y umami en boca.

Terminamos con el “Cheesecake” de la casa. Super cremoso y con un sabor muy suave. Se notaba que era casero. Como ya habíamos avanzado, todos los postres de su carta están hechos en el propio restaurante.

Experiencia en el restaurante L’Olivé, calle Balmes

Me gustó mucho la cena en el restaurante L’Olivé y creo que a mi acompañante también, al juzgar por la prisa que tenía en que terminara de hacer fotos. Ofrecen una cocina muy elaborada y se aprecian los productos de temporada, los verdaderos protagonistas. Fuera de carta había platos con trufa, guisantes y calçots. Recomendados por el camarero que nos atendió.

Cada plato es un viaje del mar a la montaña y viceversa, no solo a través de su sabor, sino también de los aromas y texturas que desprenden cada uno de sus propuestas. Una carta de cocina catalana y mediterránea para compartir con diferentes platos y raciones generosas.

Recomiendo visitarlo con amigos, familia o compañeros de trabajo para sacar partido a sus diferentes salas para cualquier tipo de celebración. Es un sitio bastante céntrico por lo que no habrá problemas de desplazamiento por las diversas opciones de transporte público que hay cerca. Una buena propuesta y una buena experiencia, que desde Yummy Barcelona os aconsejamos.